lunes, 6 de febrero de 2012

Importancia de la comunicación oral


Si el hombre fue creado a imagen y semejanza de Dios, y si Dios se manifiesta al hombre en su palabra, de tal forma que por ella conocemos a Dios y Dios en ella se nos ha revelado, es evidente, de igual modo, que por la palabra el hombre da a conocer su semejanza con la divinidad, y en ella y por ella sorprendemos la luz interior y divina que produce dicha semejanza.

Pero la palabra es siempre veladura, instrumento y mediación y, como tal, sirve en el coloquio y en el lenguaje ordinario. En la medida en que la palabra se torna instrumento dócil del pensamiento y de la pasión que la mueven, transmitiendo y transparentando su cargo espiritual, en esa medida la palabra se transforma en vehículo de la elocuencia y el lenguaje se aúpa al orden supremo de la oratoria.

Estimándolo así, Plutarco escribe que la palabra es un don de los dioses y que por media de ella se esparce el espíritu sobre el mundo; y entre nosotros, Juan Fernández Amador asegura que el discurso en que la oratoria se refleja se dirige de un modo absoluto al alma y su fin no es otro que adueñarse de sus potencias.

La comunicación oral, en el más amplio sentido, es la expresión de nuestros pensamientos por medio de la palabra hablada y con fines comunicativos.

La forma más completa donde se expresa la integración verbal de un individuo es en su comunidad; del mismo modo, la mutua interacción del mecanismo estímulo-respuesta, se encuentra en la conversación.

La conversación es un intercambio comunicativo de ideas a través del contraste de criterios y opiniones diversas.

En la conversación se establece un clima de acercamiento mutuo entre los interlocutores, que permiten la confrontación de opiniones en forma amigable.

La conversación es muy útil para el desarrollo intelectual de las personas, ya que se practica un activo ejercicio mental y se ponen en juego diversas facultades humanas en forma espontánea.

Cuando la conversación versa sobre un tema previsto de antemano y hay intención de intercambiar opiniones, se produce el diálogo. Éste es el resultado de la concurrencia e interacción de varias opiniones, con el fin expreso de llegar a conclusiones comunes.

Tanto la conversación como el diálogo ofrecen las siguientes ventajas:

Facilitan la expresión coherente de los propios razonamientos.

Ayudan a interpretar otros razonamientos.

Facilitan el intercambio de opiniones e ideas, dando una visión más amplia de los hechos.

Gracias a ellos se descubre que las soluciones no son unilaterales, claras y evidentes, porque la verdad tiene muchas perspectivas.

Crean una capacidad de juicio más ponderado y equilibrado.

Potencian los lazos de solidaridad y de convivencia, al permitir expresar con confianza las opiniones propias y escuchar con respeto las ajenas.

Desarrollan la seguridad del individuo, robusteciendo su personalidad.

Posibilitan un clima de flexibilidad y convivencia, a la vez que fomentan las actitudes democráticas.

La expresión oral tiene algunas ventajas prácticas sobre la escrita:

Por la facilidad. Antiguamente el hombre se comunicaba por sonidos, y pasaron muchos miles de años antes que se inventaran los signos gráficos.

Por el aprendizaje. El ser humano desde pequeño aprende a emitir sonidos, pero tarda mucho en aprender los signos gráficos.

Por la sencillez. Encontramos países enteros en los que las gentes, aunque no saben leer ni escribir, saben hablar su propia lengua. Hay pueblos primitivos que no conocen la escritura y poseen literatura de transmisión oral.

Por la entonación. Tenemos la ayuda de la entonación, con la que expresamos un sentido afectivo, irónico, burlesco, enérgico, de incredulidad, de enfado, etc.

Por la mímica. Frecuentemente la mímica nos ayuda a expresarnos con más exactitud y así, a veces usamos movimientos de brazos, manos o cabeza para reforzar nuestras palabras, o con gestos y miradas expresamos todo lo que queremos transmitir a otra persona.

Fuente: http://tareasonline.com.ve

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